La historia de Liberty Island en pocas palabras
La Isla de la Libertad, originalmente conocida como Isla de Bedloe, debe su nombre a Isaac Bedloe, un comerciante neerlandés que era su propietario a finales del siglo XVII. Sirvió como fortaleza militar durante la Guerra de la Independencia americana.
La idea de una estatua colosal para conmemorar la alianza entre Francia y Estados Unidos y celebrar la libertad fue concebida por Édouard de Laboulaye, pensador político y abolicionista francés, a mediados de la década de 1860. La Estatua de la Libertad fue diseñada por el escultor francés Frédéric Auguste Bartholdi, y Gustave Eiffel colaboró en la estructura. La construcción de la estatua comenzó en Francia en 1875 y finalizó en 1884. Se desmontó, se envió a Estados Unidos y se volvió a montar en la Isla de la Libertad. La estatua se dedicó oficialmente el 28 de octubre de 1886.
A finales del siglo XIX y principios del XX, la Estatua de la Libertad se asoció estrechamente con la bienvenida a los inmigrantes que llegaban a Estados Unidos. Sirvió como símbolo de esperanza, libertad y oportunidad para millones de personas que buscaban una nueva vida en América. En 1924, el presidente Calvin Coolidge declaró la Estatua de la Libertad monumento nacional. En 1984, el monumento, incluida la Isla de la Libertad, fue designado sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
La estatua se sometió a importantes obras de restauración en la década de 1980 y principios de la de 2000 para solucionar problemas estructurales y mejorar la experiencia de los visitantes. En 2019 se inauguró en Liberty Island una adición posterior, el Museo de la Estatua de la Libertad, que muestra la historia y el significado de la estatua.
En la actualidad, Liberty Island se erige como símbolo de libertad y democracia, atrayendo a millones de visitantes cada año que vienen a admirar la estatua, explorar su historia y abrazar los ideales que representa.
Historia detallada de la Estatua de la Libertad