La historia de Ellis Island en pocas palabras
Ellis Island encierra una historia fascinante que abarca siglos y representa un capítulo importante de la inmigración americana. La isla, originalmente conocida como "Kioshk" por la tribu lenape, fue rebautizada más tarde como Isla Ellis en honor de su anterior propietario, Samuel Ellis.
La era de la inmigración de Ellis Island comenzó en 1892, cuando se abrió como principal punto de entrada para millones de inmigrantes que buscaban una nueva vida en América. El gobierno federal decidió establecer un centro centralizado de tramitación de la inmigración para regular la afluencia de recién llegados. El 1 de enero de 1892, la primera inmigrante que pasó por Ellis Island fue Annie Moore, una chica irlandesa de 15 años.
El edificio principal, diseñado por Edward Lippincott Tilton, se inauguró en 1900, después de que las estructuras de madera originales quedaran destruidas en un incendio. Se convirtió en un símbolo de esperanza y oportunidad para millones de personas. De 1892 a 1954, Ellis Island procesó a más de 12 millones de inmigrantes, entre ellos personas de diversos países, como Italia, Irlanda, Alemania y Europa del Este. Los inmigrantes se sometían a reconocimientos médicos, inspecciones legales y entrevistas para determinar si cumplían los requisitos para entrar en Estados Unidos.
Aunque Ellis Island sirvió de Gateway al American Dream, también fue testigo de periodos de desafíos y cambios. La Ley de Inmigración de 1924 impuso cuotas de inmigración más estrictas, lo que provocó un descenso de la inmigración a través de Ellis Island. Durante la Segunda Guerra Mundial, Ellis Island sirvió como centro de detención y deportación de extranjeros enemigos. Después de 1954, el papel de la isla como estación de inmigración llegó a su fin, y los edificios se deterioraron.
En la década de 1980, una amplia labor de restauración revitalizó Ellis Island, y el edificio principal se transformó en el Museo Nacional de la Inmigración de Ellis Island, que abrió sus puertas en 1990. En la actualidad, Ellis Island es un importante hito histórico que conserva las historias, luchas y triunfos de generaciones de inmigrantes que contribuyeron a dar forma al tejido multicultural de Estados Unidos. Sirve como conmovedor recordatorio de la herencia inmigrante de la nación y del espíritu perdurable de quienes buscaron una vida mejor en las costas americanas.